Los fluidos refrigerantes de clorofluorocarbono (CF) e hidrofluorocarbono (HCFC) que se usan en los sistemas de enfriamiento en la actualidad se consideran poderosos gases de efecto invernadero.
Para limitar los cambios climáticos y el calentamiento global, la Comisión Europea ha adoptado una hoja de ruta para reducir las emisiones globales para 2050. Esta directiva, que se relaciona con el reglamento de la UE No. 517/2014, se llama F-Gas.
Este decreto es para todas las empresas que instalen, mantengan y comercialicen equipos que contengan fluidos refrigerantes, así como a las que los manejen y distribuyan.
Todo equipo debe estar diseñado para evitar la descarga accidental de gases de efecto invernadero. Se toman medidas técnicas para reducir al mínimo las fugas.
El equipo debe tener un sistema de protección contra fugas que avise al propietario o a una empresa proveedora de mantenimiento en caso de fugas (consulte el reglamento (UE) n.º 517/2014 que especifica los métodos de control de fugas). En la práctica, esto da como resultado inspecciones frecuentes y calificaciones más altas de empresas y participantes.
El programa prevé una reducción gradual de los fluidos disponibles en el mercado de 2015 a 2030.
El objetivo final es reducir las cantidades de HFC al 21% para 2030.